5.23.2013

Reseña: Dos más dos


Si estás familiarizado o al menos tienes una vaga noción de la revolución sexual que ocurrió en los 60s, momento donde fueron desafiados los códigos tradicionales de conducta relacionados con la sexualidad y las relaciones interpersonales, podremos capturar la esencia de Dos Más Dos.


Éste largometraje toma el concepto del estilo de vida swinger, donde parejas en relaciones comprometidas participan en actividades sexuales con otras personas, ya  sea como actividades recreativas o sociales.

Diego (Adrián Sur) y Richard (Juan Minujín) son reconocidos cirujanos cardiovasculares y dueños de un importante hospital especialista ubicado en Buenos Aires. Diego está casado con Emilia (Julieta Díaz), una reportera del tiempo, con quien tiene un hijo adolescente. Richard, por otro lado, está casado con Betina (Carla Peterson), una diseñadora de moda, y no tienen hijos.

Las parejas, amigas por más de 15 años, disfrutan de una velada y es ahí donde Betina comparte un secreto marital: Richard y Betina son parte de un club de swingers que acostumbran reunirse para intercambiar parejas. La confesión prueba ser una revelación para Emilia, quien afirma que el secreto la “ha despertado” y busca ahora explorar su sexualidad con su marido.

Diego no está de acuerdo con intercambiar a su mujer con otro hombre, y mucho menos con su mejor amigo, pero el trío intentará convencerlo.

Los personajes se enfrentarán cada uno con algo mucho más allá de un estilo de vida: con ellos mismos y con su pareja.

“Dos más dos” lidia progresivamente con la práctica de intercambios de pareja de manera realista: desde el choque moral, el debate, la aclimatación y las consecuencias. Cada personaje contrasta el estilo de vida de acuerdo a su filosofía.

La historia es bastante lineal y representa los puntos de vista de los personajes. El diálogo es bastante fluido y entretenido, con una buena dosis de humor. El balance entre lo cómico y el drama es balanceado. La audiencia puede sentir satisfacción con el final, ya que tiene un desenlace creíble.

Sin embargo, y estos serían los puntos que, personalmente, me hubiera gustado que exploraran a mayor profundidad, la relación de cada pareja para tener un sentido más completo del dilema de la historia, y conocer a los personajes individualmente para tener un sentido de donde vienen en cuanto a sus posturas. Entiendo que el espacio de casi dos horas no es suficiente para abordar cada aspecto pero pudieron haber aportado para una mejor apreciación del tema.

Aún así, es bastante recomendada y está siendo proyectada tanto en Fine Arts Miramar como Fine Arts Hato Rey.


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