Martin Freeman encarna a "Bilbo Baggins", quien emprende un
inesperado viaje junto a un grupo de enanos, para reclamar su
hogar del dragón Smaug. (Foto: Facebook)
inesperado viaje junto a un grupo de enanos, para reclamar su
hogar del dragón Smaug. (Foto: Facebook)
¿Quién pensaría que luego de ver la triología de The Lord of the Rings íbamos a ver The Hobbit? De antemano les cuento que leí el libro hace varios años atrás, y lo que recuerdo del mismo es bien poco. De igual forma, la versión animada del Hobbit es un recuerdo bastante vago en mi memoria. Así que creo que al no recordar mucho, o mejor dicho nada, de la fuente me ayuda a tener una crítica más balanceada de la misma. Tuve una sorpresa inesperada.
The Hobbit es en
cierta manera la precuela de los eventos ocurridos en LOTR, donde el hobbit Bilbo
Baggins nos cuenta su inesperada aventura. Baggins, interpretado por Martin
Freeman, es reclutado por el mago gris Gandalf, interpretado por Sir Ian McKellen, para ayudar a un grupo de 13 enanos a reclamar el reino de las garras del dragón
Smaug. Los enanos son liderados por Thorin (Richard Armitage), nieto del rey
enano Thrór, quien busca vengarse de lo que le hicieron a su gente.
La película es
entretenida de por sí ya que Peter Jackson, al regresar como director, sabe cómo
manejar todos los conceptos y personajes creados por J.R.R. Tolkien. Una de las tantas
cosas que me gustaron fue el sentido de aventura que tenía la película. La
historia fue tomando su tiempo para explicar unas cosas y demostrar cuán importantes son
estas cosas para los personajes, dando así importancia a la misión que estos van a llevar a cabo. Uno ve como los personajes van
creciendo como personas y esto se ve reflejado principalmente en el personaje
de Bilbo, quien al principio era un vago. A medida de que tomaba más participación de lo que ocurre, Bilbo crece más como persona.
Al ser la historia dividida en tres partes, tienen la oportunidad para desarrollar más a los
personajes para beneficio de todos, en especial a los enanos. Uno va conociendo
poco a poco a algunos de ellos y los puedes identificar por su característica. Estos personajes no se vuelven en figuras estáticas donde no te dicen nada de sí mismos. Al extender la
historia tienen la oportunidad de enseñar más cosas y, de igual forma, habían escenas en las cuales se podían reducir la duración de las mismas. Aún así, ayudan a extender el universo de Middle Earth.
El filme fue
grabado en 48 fps, y se ve espectacular. Varias escenas se destacaron por su brillantez, en especial aquellas que presentaban lugares como las montañas y las conversaciones entre los personajes. En donde único tuve problema fue en las escenas
de acción ya que los paneos de las cámaras eran rápidos y no podía enfocarme en lo que
pasaba, provocando así una distracción. El 3D realmente no me impresionó como esperaba. Voy a darle el beneficio de la duda y a echarle la culpa al proyector de la sala.
La película en
sí es entretenida, en donde también se presentaron muchas escenas de acción bastante
violentas. El diálogo es ameno y lleno de humor. Establecen bien quiénes
son los personajes y su personalidad. El sentido de aventura es uno bien
presente durante todas las partes. Lo único malo como tal es el esperar para la
parte dos de esta triología. Así que, The Hobbit es altamente recomendada.
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