¿Apoyo a lo de aquí?

Por: Natalia Colón

Hoy día las salas de cine se llenan a su máxima capacidad cuando estrenan películas como “The Avegers” o “The Hunger Games”.  Las personas hacen filas kilométricas para conseguir su boleto y sentarse a ver sus personajes favoritos en la pantalla grande.  Sin embargo, las películas puertorriqueñas carecen de este tipo de apoyo durante su debut en las salas de cine, algunas no duran ni tan si quiera dos semanas en cartelera.  

Falta de acogida 

“La calidad de los libretos del cine puertorriqueño ha sido floja”, comentó Marcos Rodríguez, crítico de cine del programa radial Cinemateria, al preguntársele porque el séptimo arte puertorriqueño no es apoyado por los boricuas.  En estos últimos años el cine nacional no ha sido favorecido. Películas como The Witness han tenido que ser removidas de las salas por su pobre acogida.  

Los protagonista de la película "Que Joyitas"

La falta de apoyo al cine local responde a la creencia de que las tramas son vulgares. Una estudiante de la Universidad Interamericana, Recinto de Bayamón, opinó: “Siempre son los mismos temas [vulgares], los mismos actores, y realmente no me agradan algunas actuaciones”. Al respecto, Rodríguez comentó, “lo que está haciendo dinero en el cine puertorriqueño es la comedia vulgar. No es malo en el sentido de que es cine puertorriqueño. El problema es que, ¿si todo lo que va ver el público es comedia vulgar entonces en dónde queda el resto?”. 

En los pasados meses, películas como ¡Qué Joyita! y  Mi Verano con Amanda se han presentado con éxito en las salas de cine.  Rodríguez explicó que las películas con temas vulgares tienen un público bastante amplio. Por su parte,  Mario Alegre, crítico de cine del periódico Primera Hora, atribuyó el éxito de ¡Que Joyitas! a que sus protagonistas que son locutores en una estación de radio y  promocionaban su película en sus respectivos programas.  

Carencia de publicidad

Por otro lado, la falta de promoción redunda en el pobre apoyo al cine puertorriqueño.  Ni el gobierno, ni la Corporación del Cine respaldan al cine nacional. “Parte de la culpa la tiene la Corporación de Cine ya que no ha apoyado el cine puertorriqueño para moverlo como debe ser,” acotó Rodríguez.  Mientras, Ramón Almodóvar, profesor y productor de cine, arremetió contra la Corporación del Cine por no hacer su trabajo. En su artículo, publicado en el diario El Nuevo Día, expresó: “La Corporación de Cine tiene que ser más activa en el proceso de elegir que películas financiar a través del Fondo Cinematográfico.  Se tiene que envolver mucho más en la distribución de sus productos.” El educador resiente que en otros países los gobiernos llevan sus películas a mercados extranjeros mientras que en Puerto Rico el producto ha tenido que costearse la promoción y exportación de la película.  

La audiencia exige contenidos

El cine puertorriqueño ha explorado otra temática más allá de la comedia con denominación “R” (Restringida), no obstante muchos cineastas subestiman a la audiencia puertorriqueña. “Las personas no están preparadas para películas o historias muy pesadas, por lo tanto debemos tratar de enfocarnos en otro tipo de dinámica,” comentó Jean Polo, productor de la película boricua Élite, en entrevista con El Nuevo Día.  Marcos Rodríguez se expresó en desacuerdo, “La película más taquillera de origen puertorriqueña se llama Talento de Barrio y es un drama. ¡La película trata el tema del narcotráfico y la muerte de adultos y niños involucrados en el bajo mundo y la gente le gusto! ¿Por qué? Porque está hablando sobre una verdad social en Puerto Rico y esta es que existe el narcotráfico. Talento de Barrio es una película que protagoniza el famoso reguetonero Daddy Yankee, y aunque la película tenía un buen comienzo promocionalmente por su protagonista, el público la apoyó tanto financieramente como emocionalmente”. 

A apreciar el cine nacional desde las escuelas 

Una batalla que debe dar la industria de cine puertorriqueño es el que se ofrezcan clases de actuación en las escuelas públicas. “Si dieran clases de cine en las escuelas públicas de Puerto Rico, tendríamos mucho más talento a nivel local. El talento ya está ahí sólo falta cultivarlo,” dijo Benicio Del Toro al diario Primera Hora.  Implantar clases de cinematografía en el Departamento de Educación podría crear más interés en el público para apoyar las películas locales, opinó Marcos Rodríguez: “Puerto Rico tiene montones de profesores excelentes en el campo de la actuación y están perdiendo sus conocimientos haciendo otras cosas o estando desempleados.” Sugirió ofrecer un currículo opcional en el que el estudiante pueda optar por tomar clases de actuación o cinematografía. 

Las generaciones por venir podrán apreciar las películas tanto puertorriqueñas como americanas, así como valorar el talento que hay en Puerto Rico si se les enseña sobre el séptimo arte en la escuela. Laura Pereira y Jesús Velázquez, dos críticos de cine del programa de Cinemateria, coincidieron en que si ofrecieran clases de cinematografía en las escuelas públicas se podría cultivar un talento más exquisito y de calidad. “Debería haber en las escuelas, tanto públicas como privadas, distintos cursos básicos de cinematografía. Sabes por lo menos llevarlo desde el principio: cómo se hace una película, la pre-producción, producción y post producción”, expresó Velázquez. “Si es para llevar los jóvenes adelante para que sepan más del cine puertorriqueño estoy de acuerdo”, señaló Pereira.  

Compromiso del gobierno y el público

El cine puertorriqueño tiene que empezar a adaptar nuevas estrategias de promoción, tanto los productores y directores, como el Gobierno y la Corporación de Cine.  Deberán empezar hacer más de lo esperado y defender sus películas contra viento y manera al igual que España y otros países.  La audiencia también debe poner su granito de arena: empezar a apoyar nuestras películas, hacer filas por ellas y comprar los boletos.  Finalmente se debe impulsar clases de actuación y cinematografía en los currículos de las escuelas públicas y privadas.  Al hacer esto podemos mejorar nuestra calidad de cine y poner el nombre de Puerto Rico dentro de la industria del celuloide.