7.18.2013

Reseña: Turbo


Theo es un caracol de jardín con un sueño: ser el mejor corredor del mundo al igual que su héroe, el cinco veces campeón del Indianapolis 500, Guy Gagne. Su fijación por la velocidad lo convierte en una rareza dentro de su comunidad pues los caracoles son lentos y con poca o ninguna expectativa de progreso. A pesar de ser objeto de burlas, las cuales lidia su hermano mayor Chet, Theo desea poder escapar de la desesperada y lenta rutina que vive.

Pero nuestro inspirador molusco consigue la oportunidad de cumplir su sueño tras un accidente donde queda atrapado en un turbocompresor de un auto de carreras, fusionando su ADN con el óxido nitroso, adquiriendo así una increíble velocidad y características propias de un carro.

Theo y Chet son capturados por Tito, un conductor de un camión de tacos, para participar en carreras de caracoles. Al demostrar su impresionante velocidad ante una atónita audiencia, Theo logra llamar la atención de Tito, quien lo ayudará a llegar al Indianapolis 500 bajo el alias de “Turbo”.

Dreamworks Animations nuevamente acertón con esta propuesta, siguiendo la impresionante lista de éxitos taquilleros como Shrek, Madagascar y Kung Fu Panda.

La película nos muestra excepcionales visuales, a la vez que nos presenta una historia lineal y bastante entretenida. El diálogo es fluído y los voice actors ofrecieron un poco de sí mismos a través de los personajes.

Ryan Reynolds como Turbo logró inspirar en cierto modo a la audiencia pero quienes se robaron el show fueron Samuel L. Jackson como Whiplash, el líder de los caracoles de carreras, y Michael Peña como Tito, parte del binomio de comida mexicana “Dos Bros”.

Turbo es una excelente opción para aquellos que buscan una película entretenida y que puede ser disfrutada por toda la familia. Reirás, sentirás como una que otra lágrima querrá hacer aparición, pero sobretodo, podrás apreciar un necesario mensaje.

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